La cuarta revolución industrial utiliza alta tecnología en una fábrica para optimizar sus procesos de manera inteligente y eficiente. Debido a los grandes beneficios que brinda, cada año que pasa, la industria 4.0 viene creciendo un poco más en México. En esta última etapa de desarrollo industrial, lo físico se une con lo digital para hacer más eficiente, sustentable y flexible, la fabricación de todo lo que consumimos y comerciamos. En algunos segmentos industriales, el país es altamente competitivo en el mercado internacional por el desarrollo tecnológico de su industria. Los grandes fabricantes recurrentemente eligen a México como destino de sus inversiones por las ventajas que el país ofrece para la atracción de empresas.
Este desarrollo tecnológico debe ir acompañado de una especialización en la mano de obra, lo cual también es una ventaja muy importante de México. Según cifras oficiales de la Secretaría de Economía, entre 2012 y 2022, la fuerza laboral de operadores de instalaciones y maquinaria
industrial se incrementó 112% en México (de 918,000 a mas de 2 millones), lo que da cuenta del acelerado desarrollo industrial del país en la última década.
Asimismo, la cercanía con el mercado de Estados Unidos y Canadá, abona a la competitividad del país con sectores como el automotriz, aeroespacial o electrónica, donde las soluciones 4.0 son utilizadas intensivamente, lo que hace al país una opción muy competitiva para nuevas inversiones
como se ha visto con los recientes anuncios para la fabricación de baterías y vehículos eléctricos en el país.
Bernd Rohde, director general de Hannover Fairs México, comentó: “México tiene un avanzado desarrollo de industria 4.0, impulsado principalmente por la producción de automóviles, camiones y equipo de transporte. En la última década, este sector que es punta de lanza de la industria
nacional, ha incorporado soluciones en sus líneas de producción para mantener su competitividad internacional”.

APLICACIÓN DE LA INDUSTRIA 4.0 EN MEXICO
De acuerdo a la opinión de expertos en el ramo, México tiene una gran oportunidad de aprovechar
la relocalización de procesos industriales, también llamado “nearshoring”, ya que el país se ha
ubicado como uno de los destinos favoritos para reubicar plantas de producción donde, tan solo
este año, se han anunciado planes de 400 empresas asiáticas con inversiones por 30,000 millones
de dólares.
De acuerdo con cifras del gobierno federal, se estima que el país pueda captar 11% del total de las
operaciones y procesos industriales que se relocalizarán en los próximos años. Lo que genera
grandes oportunidades y retos para aprovechar las inversiones en soluciones tecnológicas de la
industria 4.0, que ayuden a automatizar y digitalizar líneas de producción en tiempo récord.

Cabe destacar que en México el primer sector que adoptó soluciones asociadas a esta
transformación tecnológica fue el automotriz que es, actualmente, punta de lanza del desarrollo
económico del país. Esta industria es muy competitiva a nivel global y, para no quedar atrás, las
plantas automotrices y de camiones en México incorporaron rápidamente soluciones 4.0 en sus
líneas de producción desde la década pasada.
Las primeras incursiones de la transformación digital se importaron desde las matrices de las
armadoras que se establecieron en diversas zonas industriales del país, pero paulatinamente está
permeando en toda la cadena de suministro de las automotrices, alcanzado así a otros sectores en
constante evolución y desarrollo como la industria química, metalúrgica, agrícola y aeronáutica. La
adopción tecnológica también ha llegado ya a sectores como la producción de alimentos, bebidas,
insumos médicos, electrónicos o muebles.

RETOS DE LA INDUSTRIA 4.0 EN MÉXICO

La industria 4.0 continúa siendo relevante porque no sólo se implementa en las plantas de los
grandes armadores o fabricantes, sino que, cualquier tipo de empresa y tamaño tiene las
oportunidades de introducir soluciones que le ayuden a su optimización y digitalización.
Además, las soluciones poco a poco se adoptarán en la cadena de suministro, por lo que es
fundamental el desarrollo de estrategias para incentivar y apoyar a las pequeñas y medianas
empresas (Pymes) a invertir en soluciones de este tipo.
La democratización de la tecnología industrial es uno de los objetivos de esta Revolución Industrial
que, al basarse en la interacción de personas y tecnologías, requiere que esta unión entre lo físico
y lo virtual se dé en cada vez más actividades y procesos.
Por ello, uno de los principales retos de la industria 4.0 es la formación de más capital humano
especializado. El país requiere de más ingenieros, técnicos y operadores capacitados para
colaborar con maquinaria avanzada. Este reto debe abordarse integralmente desde el gobierno,
las empresas y la academia.
De igual manera, otro desafío que tiene la industria es avanzar en la conectividad 5G para habilitar
el llamado internet industrial de las cosas. La industria 4.0 tiene uno de sus pilares en la
conectividad de los equipos o máquinas de una planta, en conjunto con centros de datos y la
nube, para el monitoreo y mantenimiento preventivo de sus equipos.